domingo, 8 de septiembre de 2013

Un perro, un ventanal

Libertad. Un perro, un ventanal. El sol dorado en las ramas, el olor del pasto recién cortado... el silencio del interior... ecos... oscuridad.
Libertad es la posibilidad de convertir el deseo en regla, correr, saltar o detenerse, espiar a voluntad por encima del hombro de la vida para atrapar ese instante de movimiento, atrapar la dicha, elegir.
¿Encerrarla en una caja, pintarla de un color, obligarla a vibrar en un glisando monocorde?
No. Las bondades y las maldades que nos rodean son arbitrariedades, carencias, meras descripciones de una realidad infinita.
Nuestra visión tiene un marco, y somos la medida de ese marco.
El perrito es libre, sin dudas. Y hoy ese ventanal estará reflejando el mediodía...


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